Japón o no preparados?

Me desperté el viernes 11 de marzo a las 4:14 de la mañana, no se por qué, y empece a pasar los canales en mi televisor, hasta que aterricé en CNN en español, con la sorpresa de un terremoto en Japón, de una magnitud de 8,9 grados.

Pero lo mas interesante del caso fue que en ese preciso momento, el periodista de la cadena de noticias más grande del mundo entrevistaba a la encargada de la Comisión Nacional de Emergencias, Vanessa Rosales sobre cuáles serían las medidas a tomar, debido a una alerta de tsunami en las costas del pacífico, incluidas las de nuestro país.

No se por qué ni cómo, pero hice una regresión unos días atrás, cuando leí que dicha comisión presupuestó menos dinero para afrontar desastres naturales en nuestro país.

Gracias a Dios y la distancia entre la costa de Japón y Costa Rica, los efectos del famoso tsunami en las playas del pacífico no fueron mas que unas cuantas olas.

Analizando la situación, me pregunté: ¿estamos preparados para una catástrofe como lo es un tsunami?

Todos sabemos que nuestro país es muy activo a nivel sísmico y mucho se ha hablado de un posible terremoto en la cuidad de Nicoya, pero, ¿qué tanto se ha hablado de los daños o efectos, si el epicentro es mar adentro, como en el caso de Japón?

Los que vivimos en el Valle Central, estamos resguardados, en cierta forma, por la cadena de montañas que nos rodean. No así las costas del Caribe y Pacífico, que están expuestas a un desastre como este.

Y si le sumamos que se recortó el presupuesto para enfrentar estos desastres, creo que es poco lo que se puede lograr salvar cuando suceda algo grave.

Ya fuimos testigos a finales del año anterior, que reaccionamos tarde cuando sucede una fatalidad como un derrumbe o un terremoto como el de Cinchona.

Deberíamos de tomar en cuenta lo sucedido en Japón como una lección fuerte de educación para afrontar este tipo de acontecimientos. La isla japonesa se encuentra encima de una red sísmica, por lo que la preparación para enfrentar un terremoto fue de manera ordenada y con buen manejo de recursos.

¿Estaremos preparados para un tsunami o un terremoto de grandes magnitudes? Creo que la respuesta a esta pregunta solo la sabremos, como siempre, cuando suceda tal eventualidad.


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